El supervisor advierte de que en 2050 habrá dos personas mayores de 65 por cada tres en activo

JORGE MURCIA

La sostenibilidad del sistema de pensiones es uno de los grandes desafíos a los que se enfrenta España. Entre otras razones, porque el país asistirá en los próximos años al mayor aumento de la tasa de dependencia de Europa: en 2050 habrá dos personas mayores de 65 años por cada tres en activo. Un dato demoledor subrayado por Óscar Arce, director general de Economía y Estadística del Banco de España, durante el ‘I Foro de Envejecimiento Edad&Vida: Repercusiones del envejecimiento en la economía española’, organizado por la Fundación Edad&Vida.

Arce advierte de que en cuarenta años (entre 2010 y 2050) la tasa de dependencia crecerá 34 puntos porcentuales. Se triplicará hasta situarse en casi el 60%. A modo de comparación, recordó que entre los años 1960 y 2010 sólo se registró un aumento de 12 puntos porcentuales. La alta esperanza de vida, la baja natalidad, así como el efecto «temporal» del flujo de los ‘baby boomers’ (nacidos entre 1946 y 1964) está detrás de esta situación. «Nunca hemos vivido una aceleración en la tasa de dependencia de este tipo», aseguró Arce.

A su juicio, el envejecimiento de la población afectará «de manera relevante y directa a los indicadores económicos». Se trata de un reto social y económico «de primera magnitud» porque tendrá su efecto en el consumo, el empleo, la inversión, la productividad, los salarios y los precios, así como en el diseño de las políticas monetaria y fiscal.

El economista del Banco de España advierte de que una población envejecida podría tener un «efecto considerable negativo» sobre el crecimiento potencial, asociado a unas menores tasas de empleo e innovación, y a una merma en las habilidades cognitivas necesarias para el uso de las nuevas tecnologías. Unos retos económicos «que no pueden subestimarse. Por eso anima a actuar «sin dilación».

El incremento de la tasa de dependencia se traducirá en un aumento significativo del gasto en pensiones si antes no se toma ninguna medida. Algo que ya se puede comprobar mes a mes. La nómina de las pensiones contributivas alcanzó el pasado mes de mayo un nuevo récord de 10.154,1 millones de euros. Según datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, es un 3% más alta que la registrada en mayo de 2020.

El Banco de España calcula que la evolución demográfica incrementará el gasto en pensiones entre 4,7 y 12,2 puntos porcentuales del PIB en 2050. Además, según el Informe sobre Envejecimiento de la Comisión Europea, el gasto en sanidad y cuidados de larga duración crecerá casi 2 puntos porcentuales de PIB entre 2019 y 2050.

A mayor incertidumbre, mayor ahorro

Arce advirtió también de que el proceso de transición hacia una sociedad más envejecida alterará la evolución del ahorro agregado y la inversión, así como la composición de las carteras de activos. Prevé que la tasa de ahorro aumente por la mayor longevidad e incertidumbre sobre las futuras prestaciones. De forma paralela, el ahorro también tenderá a disminuir a causa de una mayor propensión a consumir de los mayores. El efecto neto de estas dos tendencias es «incierto».

El director general de Economía y Estadística vaticina un aumento de la demanda de activos financieros que transformen activos ilíquidos -como por ejemplo las viviendas en propiedad- en flujos vitalicios de renta.

En su opinión, España debe invertir en el «reciclaje y formación continua» de los trabajadores de mayor edad para que permanezcan el mayor tiempo posible en situación de empleabilidad. Sin embargo, lamenta que se invierte poco en formación, «y mucho menos» en ese colectivo de trabajadores, que con los años son más competentes en tareas como la planificación.

FUENTE elcorreo.com

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